Cómo prevenir el cancer de piel con el ABCDE de los lunares
¿Cuántos lunares tienes que piensas que son muy grandes? O ¿qué podrían ser peligrosos y prefieres quitártelos? Antes de caer en crisis, te enseñamos a reconocer los lunares según su ABCDE, ¡lee y aprende!
¿Qué son los lunares?
Los nevus melanocíticos, coloquialmente llamados lunares, son causados por grupos de células pigmentadas, que aparecen como pequeños puntos marrones oscuros y pueden localizarse en cualquier profundidad de la piel, sea: en la epidermis, en la dermis y con menos frecuencia, en el tejido subcutáneo.
Además los lunares pueden estar en cualquier parte del cuerpo: en el cuero cabelludo, en las axilas, debajo de las uñas, entre los dedos de las manos y de los pies, entre otras zonas.
La mayoría de las personas tienen entre 10 y 40 lunares aproximadamente, muchos de estos se forman antes de los 50 años de edad y pueden ir cambiando de aspecto o desaparecer con el tiempo.
La mayoría de los lunares son inocuos y en raros casos, se vuelven cancerosos.
ABCDE de los lunares: aprende a evaluar tus lunares
Controlar los lunares y otras manchas pigmentadas es un paso importante para detectar el cáncer de piel.
El ABCDE es una nemotecnia que se utiliza para evaluar las características principales de un lunar, con la finalidad de identificar un tipo de cáncer de piel que es muy peligroso: el melanoma, este tiene un índice de curación alto si se detecta a tiempo.
– A. ASIMETRÍA. La mitad del lunar tiene que parecerse a la otra, si no se parecen es un signo de alarma.
– B. BORDES. Los bordes deben ser regulares. Cuando son irregulares y poco visibles es un signo de alarma.
– C. COLOR. El color debe ser regular. Cuando existe más de un color o diferentes tonos de marrón, azul, negro, rojizo o blanco es un signo de alarma.
– D. DIÁMETRO. Cuando el diámetro es mayor a 6 mm es un signo de alarma.
– E. EVOLUCIÓN. Los cambios en un lunar o aparición de nuevos lunares son signos de alarma.
Para detectar cambios en los lunares debemos aprender a hacernos el autoexamen de piel y acudir al dermatólogo al menos una vez al año.
Es importante que si tienes un lunar nuevo o un lunar antiguo que ha cambiado busques orientación dermatológica.