Dermastocopia: una herramienta fundamental del dermatólogo
La dermatoscopia o microscopía de epiluminiscencia es un examen sencillo que realiza el dermatólogo con herramientas que permiten analizar estructuras de la piel que no se ven a simple vista.
La exploración en dermatología es eminentemente visual. Para visualizar algunas lesiones dermatológicas es esencial disponer de herramientas que faciliten dicha tarea y que permitan visualizar estructuras no identificables a simple vista.
El dermatoscopio, es un dispositivo portátil que tiene un lente de aumento de alta calidad que permite un examen minucioso de la estructura de la piel. Aunque inicialmente fue desarrollada para mejorar el diagnóstico del melanoma, se puede utilizar también para cartografiar lunares, diagnosticar algunas enfermedades inflamatorias y evaluar con precisión patologías del pelo.
Emplea un sistema de magnificación con una fuente de luz que ilumina la piel y permite un aumento de 10 a 400 veces, determinando características de la lesión que ayudan al diagnóstico o indican la necesidad de alguna otra exploración complementaria más compleja, como la biopsia.
Desde los años 70 se han determinado estructuras y patrones dermatoscópicos que pueden relacionarse con el diagnóstico histológico, es decir, con el resultado de la biopsia. De esta forma, se han podido desarrollar una serie de algoritmos diagnósticos que son útiles en la consulta dermatológica. Mediante esta técnica, podemos se puede obtener una primera aproximación diagnóstica de la estructura que analizamos, en general lunares, sin necesidad de recurrir a su extirpación.
Para realizar el estudio, simplemente el paciente debe exponer ante el dermatólogo la lesión a estudiar, anteriormente se aplicaba una gota de aceite sobre la lesión para evitar el fenómeno de dispersión de la luz, pero los nuevos dermatoscopios con luz polarizada (que evita el fenómeno de dispersión), no necesitan de aceite de inmersión.
Cuando el dispositivo de dermatoscopia se acopla a un sistema informático permite el control digital de lesiones pigmentadas, se denomina videodermatosocopia o dermatoscopia digital.
Este sistema permite realizar seguimientos periódicos precisos de lesiones pigmentadas en pacientes con un elevado riesgo de desarrollar melanoma. Registrando fotografías digitales para valorar la evolución en controles posteriores.
Este tipo de estudio se recomienda para:
– Pacientes con número total de lunares superior a 50.
– Presencia de lunares o lesiones pigmentadas de características atípicas.
– Pacientes con antecedentes familiares o personales de melanoma.
– Portadores de mutaciones de riesgo para desarrollar melanoma.
– Piel muy clara y pelirrojos.
La dermatoscopia digital ha supuesto una revolución en la dermatología, pues no sólo nos permite realizar un seguimiento de las lesiones melanocíticas o lunares objetivando los cambios, sino que además aporta muchísima información que nos ayuda a diferenciar si una lesión es benigna o maligna.